
Mié 08 23:00
MIÉRCOLES FLAMENCOS EN EL BERLÍN – “Noches de Jam”. Con MELÓN JIMÉNEZ y SANDRA CARRASCO
Miércoles Flamencos
Bajo la dirección del percusionista Bandolero –Jorge Pardo, Josemi Carmona, El Habichuela … – el Café Berlín presenta una Jam especialmente creada para nuestros tradicionales MIÉRCOLES FLAMENCOS, día y velada que se han convertido en imprescindibles para el aficionado madrileño.
Flamenco de club, un espectáculo intenso y cercano, puesto en pie por un excepcional elenco integrado por algunos de los músicos más activos de la escena nacional, y que contará cada semana con un destacado artista como invitado.
MELÓN JIMÉNEZ
Melón Jiménez (Wiesbaden, 27 de Noviembre de 1986) es músico y compositor.
Sus trabajos más conocidos son como guitarrista en conjunto junto a Anoushka Shankar, Richard Bona, Enrique Morente y Niña Pastori, entre otros.
Estudió piano, saxo, bajo… destacando enormemente como guitarrista.
Nació en Wiesbaden (Alemania) en 1986 y se traslado a Madrid en 1988. Se educó en el seno de una gran familia musical, dado que su padre es guitarrista flamenco de Jerez de la Frontera (Andalucía) y su madre es pianista clásica alemana, circunstancia que le influyo mucho desde muy temprana edad; mostrando así una precoz afinidad por todo tipo de músicas.
Con 10 años tocaba con habilidad el saxo, el piano y la guitarra, y daba sus primeros pasos en la composición de música. Se inclino por la guitarra flamenca y a los 15 años ya trabajaba de manera regular por las salas de España con varios grupos.
En el año 2010 grabo junto al maestro Enrique Morente el disco en directo “El Barbero de Picaso” (BSO).
En los años 2011- 2013 colaboró junto a Anoushka Shankar en un gira mundial con Traveller, disco donde la artista hindú mezcla música India tradicional y flamenco. Disco ganador de un grammy por world music.
SANDRA CARRASCO
Cuando Sandra Carrasco publicó su primer disco hace tres años, hizo lo que se supone que tenía que hacer en ese momento teniendo en cuenta su perfil flamenco, su inexperiencia, su voz de gusto exquisito y esa época de fusión de sonidos que tan en boga estaba en el mercado. Ahora, echando la vista atrás, ha hecho todo lo que quería hacer tras algo muy importante en la vida de una persona: conocerse a sí misma.
Aprendió algo muy importante sin duda: lo que no quería hacer y ahí está el punto de origen de “Océano”, una obra magna con todas sus letras. Quería un cambio de repertorio, de sonido, de estilo. Así que cogió su voz, un piano comandado en principio por el sensible Alfonso Pérez (pianista y compositor) y, tras cantar junto a él en una maqueta un repertorio de clásicos que sólo puede definirse como exquisito, llegó a la conclusión de que había encontrado a la verdadera Sandra Carrasco, tan sólo dejándose llevar por ella misma y confiando plenamente en sus posibilidades.
“El flamenco es muy difícil y muy fácil a su vez. Flamenco es raíz, cultura, antropología y por ende, sentimiento. Para mí el flamenco es como la vida, más fallo que técnica, es un buen soniquete con unos nudillos en la barra, es una buena persona, es como un león en su hábitat, por eso le tengo tanto respeto. Yo tengo el sentimiento y la forma de vivir. Ahora busco caminos musicales de otra índole con mi mismo sentir flamenco”
Hasta encontrar su lugar, ha recorrido muchos senderos con todas sus adversidades. Pero cuando llegó, lo hizo como la brisa en primavera. “He crecido en el sentido humano, y el artístico que van de la mano. Digamos que he puesto los pies en el suelo y más abajo de eso, no hay nada”, reconoce. En ese suelo se encontró, además de aquel piano y unos clásicos robustos de José Feliciano, Mercedes Sosa, Los Panchos o Machín entre otros, a una persona clave, su adorado Julio Martí, que con tanto interés como ella arropó ese sonido limpio de una sonoridad que la acercó a ritmos ajenos a ella, que van del bolero al tango. Sandra emocionó a Julio en un aeropuerto cuando le puso una primera maqueta que grabó a su gusto. “Quiero escuchar esto muchas veces”, le dijo él. Y la ayudó a todos los niveles vistiendo a su voz con las mejores telas sonoras, lo que ha acabado dando forma a “Océano”, una obra de arte en toda regla.
¿Quería Sandra Carrasco cambiar de aires? Sí. ¿Lo ha conseguido? “Océano” es más que una respuesta afirmativa, y se puede visualizar incluso antes de escuchar el disco gracias a las ilustraciones que el prestigioso artista Boris Hoppek ha realizado para el arte final del trabajo.
Hacía tiempo que a Sandra le fascinaba la idea de escuchar cómo quedaría su voz amarrada a la de un piano, y siempre tuvo claro que quería hacerlo con versiones, justo donde el gusto es lo más importante para conseguir que quien lo oiga se olvide del original y le haga volar a donde quiera. Canciones que cuentan historias potentes, con fuerza, donde pasan cosas a veces relacionadas con su propia vida, que hacían que todo cobrara doble sentido. Por eso se fijó en el repertorio de artistas legendarios, “maestros que han vivido hasta llegar a ser lo que son”, dice Sandra. Entre el piano inicial y el resultado final al que tanto ha aportado Julio Martí hay un mundo, o como dice el título del disco, un océano, nombre que ella misma le ha puesto a su trabajo para definir la ausencia de fronteras entre los músicos con los que se encerró en el estudio para grabar con ellos, todos a la vez, esta joya de la música nacional: latinos y españoles la rodearon en directo con contrabajo, batería, percusión, guitarra, trompeta y cuerdas. Y su voz en el círculo, siempre presente, provocó la magia: tras algunos ensayos previos, muchas de las canciones de este disco quedaron registradas en la primera toma tal y como se escuchan en el resultado final. No hay mejor manera de plasmar una verdad en sonido.
“Cuando no esperas nada llega siempre lo mejor. Nunca pregunté a Julio nada, confiaba plenamente en él, eso es algo que intuía y supe, por los músicos con los que contábamos y la calidad humana y musical que nos reunió. Y ni en mis mejores sueños imaginé algo así”, recuerda. Porque como Sandra Carrasco ahora se conoce mejor que antes, es consciente que tiene gusto por lo bueno. “Ignoro muchísimas cosas, pero sé lo que me gusta. Sé reconocer el buen jamón, el buen vino, y la buena música”. Todas ellas están en “Océano”. Y de qué manera…